Custodio Ballester Bielsa escribe una incisiva reflexión titulada «Es hora de despertar» sobre el libro de Álex Rosal Despierta y combate a los bárbaros que arruinan tu vida (LibrosLibres) publicada en Germinans Germinabit
——–
Efectivamente, los que ejercitamos el pensamiento crítico, tenemos la incómoda sensación de estar inmersos en un sueño, pero del género pesadilla. Estamos rodeados de tantas asechanzas, tan increíbles algunas de ellas, que nos sobrecoge el temor de estar volviéndonos conspiranoicos: esos que ven por todas partes maniobras retorcidas y maldades truculentas.
Y mira por dónde, acaba de caer en mis manos un libro de Álex Rosal, director de ReL (Religión en Libertad) que viene a tratar precisamente de estos temas. Lo primero que he leído, como de costumbre, es la contraportada, que titulada DESPERTAD, estamos en guerra, que me pone ya en modo alarma. En efecto, en cuanto lo ojeo un poco repasando los títulos, veo que lo que pretende este libro es alarmarme. Si el autor no me mereciese la confianza que me merece (muy bien ganada en su labor constante, temperada y nada alarmista, en ReL), ni siquiera me molestaría en echarle un vistazo; menos aún, a la vista del título que figura en la portada: Despierta y combate a los bárbaros que arruinan tu vida. Pero justamente por venir de una persona tan templada, tan comedida, entiendo que el autor, con todo rigor, me pondrá ante una serie de hechos alarmantes encaminados a arruinar nuestras vidas. Leo algunas páginas al azar y, en efecto, constato que se trata de justamente de eso. Y como ya no puedo parar, entro con avidez en el libro dispuesto a alarmarme y a propalar esas alarmas sin poder ser acusado de conspiranoico.
Al decidirme finalmente por la lectura sistemática y ordenada, veo que evidentemente se trata de un libro de denuncia; con el atractivo añadido de que está hecho desde la privilegiada atalaya del editor que lidia todos los días con la guerra de las ideas que mueven el mundo. El análisis de la increíble realidad que nos ofrece Álex del Rosal no podía ser más que brillante y excitante: vamos, que te despierta desde la primera página, aunque estés profundamente dormido.
Y efectivamente, empieza su libro con un sueño en el que un personaje le revela al autor las claves de la transformación del mundo en que vivimos: una transformación tan salvaje, que nos negamos a contemplarla de frente. Preferimos percibirla como un rumoreo indefinido y sin alboroto. Porque lo último que desean los diseñadores del sueño, es que nos despertemos y nos sobresaltemos. Que ni se nos ocurra pensar que se trata de una pesadilla. Lo que les conviene es que sigamos mirando nuestro entorno con ese pasotismo característico de los que, desorientados por lo que ven a su alrededor, no se preguntan qué puede estar pasando, sino que, convenientemente entrenados a pasar de todo y a ir de sobrados, pase lo que pase, se responden invariablemente: “no es nada”, “no pasa nada”. Y se convencen de que están ahí porque quieren, porque así lo han decidido: como la rana que se va cociendo en la olla. Es porque quiere.
El protagonista del sueño parece convencido de que la máxima aspiración de Álex es dominar el mundo, ponerlo a sus pies. Y en gesto de gran generosidad, le regala siete consejos para alcanzar el poder y perpetuarse en él.
Y sigue el sueño con la exposición de todas las maniobras de los más altos poderes del mundo para tenernos dominados. Maniobras de las que no somos conscientes. Pero ahí están, y les funcionan con la precisión de un reloj.
La primera maniobra, el primer consejo: ten a la gente constantemente distraída. Es decir, que entre la tele, las series, los juegos en línea, las redes sociales y demás entretenimientos que nos ofrecen las pantallas grandes y pequeñas, tengamos totalmente ocupada nuestra vida y no nos quepa nada más. Sí, claro, estamos inmersos en ese bazar infinito, pero la inmensa mayoría de la gente adicta a las pantallas, no se da cuenta de que son la trampa más eficaz que ha inventado el sistema para tenernos entretenidos y enajenados.
El segundo consejo del generoso protagonista del sueño, es el cultivo de toda clase de miedos: miedo a las enfermedades, sobre todo las universales o pandémicas, es decir las enfermedades “oficiales”; miedo a los medicamentos preceptivos para curar o evitar esas enfermedades; miedo a la guerra, sobre todo si se complica hasta convertirse en nuclear; y por supuesto, miedo a todas las carestías que ésta pueda producir, empezando por la energética y continuando por el bloqueo dramático de internet: miedo al cambio climático, miedo al frío, miedo al calor, miedo a las lluvias, miedo a la sequía, miedo a cualquier cosa. Y por si no bastase, miedo hasta a los extraterrestres…
El tercer consejo del sueño es algo tan sólidamente instalado en nuestra sociedad, como es la censura universal, teniendo como guía de esa censura, lo políticamente correcto. El primer nivel es la autocensura; y el segundo, muy sutil, es no consentir que nadie diga ante ti incorrecciones sin que reacciones en contra. En fin, un ambiente de censura muy irrespirable.
El cuarto consejo del benéfico personaje del sueño, no pilla a nadie desprevenido: es el de la política de enfrentamientos, de manera que el poder tenga la absoluta garantía de que estando todos tan ocupados peleándose entre sí, nunca les alcanzarán las fuerzas ni la voluntad para enfrentarse al poder. Ahí tenemos, en efecto, bien orquestados y hasta generosamente financiados los enfrentamientos de la mujer contra el hombre, del pobre contra el rico, del homosexual contra el heterosexual, del trans contra el normal, del de izquierdas contra el de derechas, del agnóstico contra el creyente…
El quinto consejo, el del crédito social, de manera que la mayor parte posible de la población viva de las dádivas del Estado administradas por el gobierno, lleva ya muchos decenios en funcionamiento. El primer paso, que hemos asumido como lo más natural del mundo, fue desmontar la familia mediante la pensión de jubilación, creando ahí la mayor bolsa de pensionados; y a partir de ahí, el añadido de toda clase de pensiones hasta llegar a la pensión por ser ex presidiario, la pensión por ser joven, la pensión por ser inmigrante, la pensión por estar en paro, la pensión, exclusivamente a la mujer, por ser maltratada, la pensión por ser refugiado político, la pensión por ser ex víctima de la guerra civil, y así suma y sigue. Hasta que lleguemos a la pensión ya muy próxima por buen comportamiento cívico, por puntos que podrán sufrir merma con cada mal comportamiento.
El benefactor del sueño no olvidó mencionar el control de los medios de comunicación, lo que equivale a tener a la inmensa mayoría de los comunicadores en nómina. El método es facilísimo: publicidad institucional, administrada según la adhesión del medio a los postulados del Gobierno; y, por si eso no fuese suficiente, subvenciones directas. Es la fórmula infalible para tener toda la prensa y todos los medios a favor, con lo que nos enteramos sólo de lo que quieren los dueños de los medios y de las subvenciones.
El séptimo y último consejo del protagonista inspirador del sueño, se refiere a algo a lo que ya nos hemos habituado: cuando a los amos del poder se les pilla en un renuncio, no se cansan en justificarse; simplemente, sacan otro escándalo de sus oponentes, y ponen en él toda la batería de focos mediáticos. Es infalible. Siempre les ha funcionado.
Pero bueno, esto es sólo el aperitivo. A partir de ahí, todo bien articulado, los trucos del poder para acabar con nuestra civilización, y si se tercia, con nosotros: que, por lo visto, andamos sobrando en gran cantidad.
Ciertamente se trata de un libro para sacarnos de nuestra modorra, para que despertemos y abramos los ojos a realidades que nunca antes hubiésemos sospechado; que creíamos que sólo a Satanás se le podían ocurrir. Pues aquí lo tenemos, suelto de nuevo, haciendo de las suyas. Pues sí, estamos en guerra. El príncipe de este mundo ha desplegado todas sus armas para imponernos su maléfico poder.
Sin embargo, y a pesar de todo, Alex Rosal nos invita con vehemencia a romper esa tela de araña diabólica de un manotazo y entrar así en la batalla. Sanar a los resentidos, romper el candado de los delitos de odio para desbloquear el debate público y enfrentar a los apocalípticos con medios libres que no se vendan al poder: “Da igual lo pequeño o insignificante que te consideres, afirma el autor. No importa que estés sin blanca o si eres rico. Tampoco si eres demasiado joven o muy mayor. Nada de ello importa. Lo crucial, lo definitivo, lo que los ‘destructores sociales’ que nos prometen ese Paraíso en la tierra no se esperan, es que gente común como tú o yo, demos un paso al frente y hagamos un pequeño gesto de dignidad. Y que la suma de esos pequeños gestos se convierta en un verdadero movimiento de resistencia que logre vencer a los bárbaros en esta guerra cultural”.
Gracias, Alex. Dios te bendiga porque, verdaderamente, necesitábamos este revulsivo.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.

Pincha aquí para adquirir ahora ‘Despierta y combate a los bárbaros que arruina tu vida’.
Puedes leer las primeras páginas del libro clicando aquí.
Para comprar el libro en papel en España, México, Argentina, Colombia, EE.UU., Ecuador, Chile y Costa Rica, clica aquí.
Para comprar el libro por Amazon-España, clica aquí.
Para comprarlo como e-book (Kindle), clica aquí.
Para comprarlo como audiolibro, clica aquí.
Comentar con Facebook